Hace seis días se mató de una manera repugnante al que fue dictador de Libia durante casi cuarenta años.
No entraré en explicaros que ni Gadafi era tan malo, ni la OTAN tan buenos. Es de sobras conocido que mientras el "malo" no nos toque nuestros intereses, puede seguir siendo malo, o como máximo le confiscamos los coche como castigo. Este artículo va en relación a uno anterior, en el que ya exprese mi opinión ante la intervención en Libia.
Cada uno es libre de pensar lo que quiera (hasta que se deja manipular por los medios "independientes"), pero por favor, ¿de verdad se puede consentir el linchamiento que se le hizo a Gadafi?
Nosotros partimos con la bandera de la libertad, de la democracia, de un trato justo, pues parece ser que cuando queremos nos olvidamos de ello.
Anteriormente ya lo hicimos con Bin Laden. Perdonen señores, pero si somos "demócratas" lo somos 24/7. Defendemos que todos tenemos derecho a un juicio justo, no importa el delito. ¿Dónde quedo ese derecho? Aplaudiendo actitudes y fechorías como estas, nos ponemos al nivel del "malo" al que queremos quitar.
El caso contrario era el de Sadam Husein, capturado, juzgado y condenado. Bravo. Ahí se empieza a demostrar lo que uno defiende.
Pese a todo, no olvidemos que no tenemos ni idea de las verdaderas razones de toda la "primavera árabe". No sabemos a quien, tan alegremente, le estamos dando nuestro apoyo, ni a quien estamos nombrando presidente cacique de turno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario